Este
hermoso proyecto que está por cumplir 10 años de existencia, ha recorrido
países como Argentina, Brasil, Ecuador, Italia, Grecia, México y últimamente,
Brasil, siempre de la mano de su creadora, la Artista Plástica y Educadora del
Arte, Carmen Rodríguez Arroyo, quien continúa con su labor de transmisión de
las culturas pre-colombinas a través del Arte para niñ@s en diferentes
distritos y ciudades de nuestro país.
Créditos: Archivo fotográfico del Museo de Arte Infantil
Entrevista
realizada por Silvia Rodríguez Siu
Carmen,
¿Cómo nace la idea de crear el Museo Infantil?
Fui scout de Lima, de
la 211 de Jesús María y en el 2006, junto a otros artistas, me invitan a
realizar talleres de pintura para niños en un campamento scout realizado en el
Campo Ferial de Ica. Llegaron mil niños de diferentes partes del Perú. Al ver
los resultados de sus obras, nace en mí, la idea de seguir realizando estos
talleres y así, creo el Museo itinerante.
Hay Artistas que eligen trabajar con adolescentes; otros, dan clases para
aquellos que van a postular a las escuelas de arte. ¿Qué te motivó a elegir
trabajar con niños?
El Arte es un camino en
que puedes arrojar todas tus emociones y muchos de estos niños de zonas
vulnerables, no van a tener contacto con el Arte porque piensan en comer. Sin
embargo, el Arte es un oxígeno; les sirve a ellos para arrojar sus
tristezas. En los dibujos hablan cosas
fuertes: sus propias vivencias, sus propias soledades, sus propios dramas que
han vivido y viven con sus padres. Hay momentos que hablan sus “palabritas” y
sus “palabrotas”.
Es
por eso que haces este Museo Itinerante, para llegar a estos sectores.
No quiero ser el Museo que
todo el mundo visita. Yo quiero ir donde ellos están. Siempre seremos
itinerantes. Aquí en mi casa, en El
Callao, tendremos un espacio para que las personas de la urbe que deseen ver
las obras de los niños puedan venir.
Carmen Rodríguez Arroyo, con el apoyo incondicional de su esposo, el Artista Plástico Daniel Contreras Castillo, abrirán las puertas de su casa para realizar una exposición permanente de las obras de los niñ@s de los países que han visitado realizando los talleres de pintura. |
¿En
qué casos los niños te dejan sus dibujos y en qué casos se los llevan?
Hacemos un trato: Uno
para tu casa y uno para el Museo. Aunque me ha sucedido que un niño podía estar
toda la mañana y se hacía 5, 6, 8 dibujos y no se iba (sonríe).
Me
comentaste que, por no contar con el apoyo suficiente, muchas veces no has
tenido materiales para l@s niñ@s, por ejemplo, un pincel, y que eso te ha
llevado a utilizar otras técnicas como por ejemplo, utilizar los dedos.
Manos, dedos, a mí me
gustan mucho; es más natural, más fluido. Tu acción de la mente está conectada
con el corazón y así todo sale más espontáneo. No tengo muchos recursos;
trabajo con témperas porque es más factible.
Cuando no tenemos mesas, ni sillas, pintamos en el suelo. Los niños son
felices, terminan echados allí. Cuando no tenemos platos para combinar las
pinturas, utilizamos periódicos viejos, y así, no hay límite.
Tu
admiración por las culturas pre-colombinas y por el arte ancestral en general,
que difundes a través de tus talleres, te han llevado por muchos lugares e
instituciones reconocidas, incluso, en mayo de este año, las oficinas de la OEA
en Lima te dieron un espacio para que expongas las obras de l@s niñ@s.
Sí, esta exposición en
la OEA también fue muy especial. Se llamó “Niñez, Arte y Patrimonio” y llegaron
niñ@s de diversas partes: De Chancay, Manchay, Purus. Durante la inauguración, los pequeños
hablaron sobre sus obras y sus pueblos.
Dijeron: “Yo soy de tal lugar y en mi pueblo pasa esto, y se dedican a
esto”. Fue una presentación linda y
satisfactoria.
En
el 2007 se inician los intercambios culturales con otros países. Primero fue
Argentina, al siguiente año, Roma-Italia y en el 2009 México. Respecto a éste
último, debe haber sido interesante este intercambio, como tenemos tantas
similitudes culturales.
Sí, esto fue en el
Centro Cultural Campeche. Los niños de México, de la Península de Yucatán,
trabajaron sobre los Moche y al día siguiente, trabajaron sobre su país, mitos
mexicanos. Hicimos las culturas Moche y Azteca.
Luego, se expusieron todos los trabajos de ambas culturas.
Y
en el 2013, vino la oportunidad con Grecia, un país tan diferente al nuestro y
además, tan lejano. ¿Cómo realizaron los talleres y qué tuvieron que pasar para
poder realizar la instalación?
Con el apoyo de Marina
Koraka de Grecia, realizamos primero los talleres con l@s niñ@s de las Aldeas
S.O.S. de Pachacamac. Nosotras llevamos todo el material y hablamos y
trabajamos con l@s niñ@s sobre Grecia.
Para llevar las obras
hasta allá, tuvimos el apoyo de la Embajada que se encargó de todo. La instalación fue un trabajo arduo, ya que
se inició a las 3:00 p.m. y acabamos a las 3:00 a.m. Todo valió la pena. Fue
una exposición muy visitada.
Recientemente
estuviste en Brasil dando talleres en los colegios de las inmediaciones a las
favelas: ¿Cómo fue que llegaron hasta allí?
En setiembre, junto a
ocho artistas peruanos, fuimos a exponer nuestras obras a Säo Paulo. Allí, Arturo Jarama, Cónsul General de dicha ciudad nos propuso realizar talleres de pintura infantil en algunos colegios y
yo solicité que fueran de zonas vulnerables de Brasil. Así, llegamos a las
inmediaciones de las favelas y realizamos el taller con temática de Huaylas.
Niñ@s del Colegio Santa Rosa de Lima de Säo Paulo en las inmediaciones de las favelas - Brasil |
Una de las obras logradas durante el taller de pintura |
Volviendo
al plano local, has realizado talleres trabajando con niñ@s en situación de
riesgo; por ejemplo, estuviste en Carabayllo; en Tumbes con la Asociación de
Artistas Plásticos del Perú “Trascenderes”; en Chosica con el proyecto del
Congreso de la República “Módulo Perú”, pero, una de las experiencias que más
te ha marcado ha sido trabajar con l@s niñ@s del Puericultorio Pérez Araníbar
en Magdalena del Mar; ¿qué percibiste allí?
Ellos son un tema muy
especial. Son niños cuyos padres están
enjuiciados; por ello, no están con sus familias. No son como otros niños que papá y mamá van a
venir a recogerlos por la tarde. Son
otra problemática más fuerte: Algunos fueron abandonados desde pequeñitos y
están buscando que los adopten. Se
acercan a una con mucha ansiedad y en sus trabajos una puede notar que son más
fríos, les falta más emotividad. Están
con las monjas, pero el soporte emocional es distinto.
Trabajamos con Pancho
Fierro y sus dibujos no tienen la alegría otr@s niñ@s en condiciones distintas, en otros
ambientes. Deseo tener la oportunidad de realizar otro taller con ellos.
Entonces, el Museo itinerante te
permite palpar de cerca las distintas realidades que viven l@s niñ@s de
distintos lugares, y cada experiencia para ti tiene una nueva reflexión.
Son mundos
diferentes. Cada uno tiene contextos
distintos a pesar que todos son de lugares rurales. Algunos sufren abandono; otros, la violencia
de los padres que no se comportan bien con ellos. L@s niñ@s expresan sus sentimientos a través
del Arte. Aun tengo mucho por caminar
con las obras. Tengo que ver cómo
gestionar para mantener el Museo y salir para todas partes, en el Perú y fuera,
realizando los talleres y mostrando lo que l@s niñ@s sienten y piensan. Ojalá,
las instituciones puedan pagar los talleres para seguir haciéndolos en más
lugares. El objetivo es que los niñ@s de
estas zonas vulnerables tengan este tipo de taller.
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